No estás vacío sino a punto de llenarte. Esta serenidad tan envolvente solo es el paso previo. Pronto serás un recipiente para las cosas buenas. Una escalera que no lleva a ninguna parte porque ahora no lo necesitas. Habrás soltado lastre y tendrás las manos libres. No para lo que venga sino para lo que ya está aquí aunque de momento no lo veas. «Solo se es feliz antes de ser feliz», decían en El porvenir. Creételo. No, no estás vacío porque planeas llenarte de deseos.