Pide un deseo. Puedes hacerlo, es San Juan. O más concretamente, la víspera de San Juan: uno de esos raros días que se bautizan con el nombre prestado de otro. Hoy pide un deseo y se cumplirá. Salta sobre una hoguera, escríbelo en un papel y quémalo con una vela azul, envuélvelo en una nuez y entiérralo. Espera. Y repítelo en la próxima verbena aunque no se haya cumplido. Será que algo no hiciste bien: no saltaste suficientes veces o no lo quemaste por completo.
Tantas ascuas, tantos proyectos a medias. Pero este año será distinto. No solo pedirás: trabajarás para que tu deseo se cumpla. Preparas la mecha, sostienes la llama. El lienzo está preparado, ese cielo que muy pronto será oscuro. Solo es cuestión de minutos. Esta vez sí, la magia estallará en forma de arcoíris, tal como estaba previsto.
Y el año que viene podrás contemplar tranquilamente desde tu balcón las hogueras de otros, sus castillos de fuegos artificiales, sus deseos a punto de materializarse, como el tuyo hoy. Los ojos ya miran y los dedos ya señalan. ¿Estás listo? ¡Allá va! Llenemos la oscuridad de posibilidades.
‘Cause you’re a sky, cause you’re a sky full of stars
I’m gonna give you my heart
‘Cause you’re a sky, cause you’re a sky full of stars
‘Cause you light up the path