«Una película para sentirla, no para diseccionarla.» Llevo una semana con esto escrito porque no sé qué más decir de Interstellar. Si la película ya lo cuenta todo. Todo o incluso demasiado. Más de la cuenta, en todo caso. Las mejores escenas ocurren cuando los personajes no parlotean ni dan explicaciones. Cuando son las imágenes y la música las únicas que hablan, las que te transportan de una punta a otra del universo sin más porqués, y tú te dejas llevar y terminas la escena exhausto pero con una sonrisa de oreja a oreja.
Supongo que la intensidad de Gravity no se podía mantener durante tres horas. O la perfección del capítulo «The Constant» de Lost. A mí me hubiera gustado, la verdad. No tener que mirar el reloj ni sonrojarme con ciertas frases que subrayan lo obvio. Pero aun así me gustó, me lo pasé bien en el cine. Será que todo gana en la pantalla grande y con un equipo de sonido que abapulla para que te encojas en la butaca y te sientas diminuto en medio del espacio. Una pieza insignificante de un engranaje sofisticado que jamás te tendrá en cuenta, por más que llores o gimas o pulses teclas.
Y quizá todos deberíamos aprender algo de Interstellar: no hablar tanto y confiar más en la intuición. Entender que algunas cosas son inexplicables y que no por ello tienen menos sentido. Escribirlo es más fácil que hacerlo, claro. ¿Le pedimos demasiado a una película? ¿No nos basta con creer que los sentimientos viajan a través del tiempo? Una locura más. Quizás la confirmen esos hombres y mujeres que en el futuro reproduzcan Interstellar y se emocionen como yo, en la misma escena, justo esa en la que todo parecía perdido y al final no.
Sombras de neón 
Me encanta lo que dices de «Las mejores escenas ocurren cuando los personajes no parlotean ni dan explicaciones. Cuando son las imágenes y la música las únicas que hablan, las que te transportan de una punta a otra del universo sin más porqués, y tú te dejas llevar y terminas la escena exhausto pero con una sonrisa de oreja a oreja.». A mí he de reconocer que me fascinó (aún con sus «americanadas» y algunas cosillas que me sobraron, como algo de exceso de emotividad al principio), y más allá de sus efectos especiales y todo eso lo mejor es la magnitud de las sensaciones que te deja y que vives mientras la ves, obviamente en pantalla grande. La comunión de imágenes, perspectivas y música (de lo mejor, sin duda la banda sonora, de lagrimita) en algunas escenas es para que te salten las lágrimas (que en mi caso, lo hicieron con lo del Stay y toda esa escena… – no sigo que no quiero spoilear a nadie). Porque además es una película en la que incluso sientes cómo te quedas sin aire cuando parece que el prota siente lo mismo, en la que sientes el mismo miedo e incertidumbre que ellos, en la que se mimetizan tus sentimientos con los de los personajes.
Te diré que el universo espacio-temporal que crean Nolan me vuelve loca (Origen es otra de mis favoritas, y no sé si decirte que esta quizás me gustó incluso más que Origen), quizás por eso, al llevarlo aún más allá, la película me gustó tantísimo. También te diré que mi acompañante me explicó el por qué de muchas de las cosas que pasaban que no acabé de entender y eso facilitó que aún me gustara más, todo sea dicho.
Gran reseña, breve pero sentida y personal!
Un beso!!!
¡Re(bienvenida)! Qué gusto dan estas respuestas tan elaboradas. Gracias por adelantado.
Entrando en materia, para mí «Origen» es un juguete que se abre y se cierra a la perfección. «Interstellar» es más ambiciosa y eso hace que tenga momentos brillantes (los vídeos de los hijos, el escena del acoplamiento, el backstage de la estantería), pero en otros derrapa, al menos para mí. Y eso me deja con un regusto agridulce, como tocar algo con los dedos pero no poder agarrarlo para que se quede contigo.
Aun así, valoro sus méritos y verla en pantalla grande, con esas imágenes y esa gran banda sonora, es una experiencia de las que merecen la pena. Si ya además da para debatir con acompañantes y amigos… mejor todavía. Desde luego, otras películas las olvidas al día siguiente, de esta seguimos comentando. Por algo será.
¡Un abrazo fuerte!