Llegué a pensar que todo terminaba aquí. Aún no sabía que cuando no me queden energías, podré encontrar reservas. Caer siete veces, levantarse ocho, que dirían los japoneses. Eso hice. Levantarme siempre, incluso cuando no podía, y volver a la arena seca, acostumbrarme a llamarla casa. Sí, este lugar es mi casa porque es el único que tengo. Quien iba a decir que necesitaría tan poco para construir tanto. Un bambú, una botella. En lo más sencillo encontré la mayor utilidad. Lo aprendí de ti. Creo que no te di las gracias a tiempo, así que lo hago ahora: gracias.
«La tortuga roja»: película de Michael Dudok de Wit, co-producida por Studio Ghibli. 8/10.