A dos pasos de la plaza Gala Placidia, en un edificio de oficinas donde hay que llamar al timbre para entrar, se esconde la Fundación Foto Colectania. Allí encontrarás la exposición La tentación de existir hasta el 30 de julio. Y no se me ocurre mejor forma de celebrar la semana del Orgullo, la verdad. Dos muestras fotográficas, dos pisos, dos fotógrafos y una única sensibilidad: retratar con la cámara a esas personas que a menudo pasamos por alto. Los valientes que se atrevieron a existir cuando hacerlo no era tan sencillo.
Por un lado, están las viñetas de los años que pasó Anders Petersen en Café Lehmitz, rodeado de borrachos, prostitutas, vagabundos, homosexuales… seres marginales que se refugiaban en aquella pequeña cafetería. Besos en sofás polvorientos, bailes junto a un jukebox destartalado, carcajadas de liberación. Me gusta que nunca quede claro quién es el protagonista de la foto: todos podrían serlo. O lo son, de hecho.
Y arriba, el impacto de Les amies de Place Blanche. Christen Strömholm retrató a prostitutas transexuales en el París de los años 50, muy cerca del Moulin Rouge. De la frialdad inicial, esas poses de diva con que se defendían, pasó pronto a capturar la intimidad de sus habitaciones, los espejos donde se maquillaban, las camas donde dormían juntas como una auténtica familia. A ratos parece como si todos nuestros mitos se hubieran inspirado en los looks que ellas mismas fabricaron: Audrey Hepburn, Madonna, Debbie Harry, Robyn, Amy Winehouse, Almodóvar…
Pero lo más fuerte solo lo notas al final, ya camino de la salida. Que la vida tuvo que ser durísima para todos ellos, pero en las fotos siempre sonríen. Y aquí estás tú, con tus penas diminutas, olvidándote tan a menudo de hacerlo. No tuviste que luchar para ser feliz ni para ser libre. Las cosas demasiado fáciles no se aprecian igual. Pero vas a hacerlo, vas a sonreír. Se lo debes a todos quienes allanaron el camino.
Sombras de neón 
No lo voy a negar: ¡me encanta brindar! Para mí es una manera de agradecer a la vida tantas cosas… Así pues brindo por todas esas personas protagonistas de su vida que fueron valientes y que nunca perdieron la fuerza para seguir sin descanso.
La fundacion está cerca de FGC Gràcia así que aprovecharé, ahora que estoy de vacaciones, para ir a Barcelona y contemplar esas fotografías. Gracias por la información sobre la exposición y por el texto sobre ella.
Sí, la tienes a dos pasos de la estación. La segunda vez que fui tuve que insistir un poco con el timbre, pero tranquilo, que abren. ¡Y merece la pena!
Insistiré con el itmbre aunque corra el peligro que mi dedito quede electrocutado y pegado al timbre. Je, je… Seguro que merece la pena. Todo arte, más o menos, lo merece.
Gran verdad! Tenemos vidas de auténticos privilegiados en muchos aspectos y nos empeñamos en centrarnos en unas pequeñas miserias que además frecuentemente no son sino producto del exceso de tiempo libre… Nos negamos a sonreír en las fotografías por una supuesta falta de fotogénica cuando eso realmente es lo menos importante (como acertadamente trataste en otro post)… Somos egoístas por naturaleza! Y trato de evitarlo, que conste… Pero me cuesta…y mucho! Un abrazo y enhorabuena!