Al final de una época todo se junta. Casualidades para una despedida, igual que el inicio lo marcó la causalidad. Ayer la serie Cougar Town terminó para siempre y Noah and the Whale anunciaron su separación. Ambos los asocio a una etapa de mi vida de la que no hace tanto tiempo, por más que ahora todo haya cambiado. O evolucionado. La soltería recién estrenada: esas rodillas temblequeantes que intentabas esconder con tu mejor sonrisa. Esas ganas de salir, de brindar por cualquier tontería, esa certeza de que ciertas canciones las escribieron para ti, esa facilidad para quedar con los amigos.
Todo eso ha quedado atrás. Cambiamos nosotros sin darnos cuenta. Cambiaron los ritmos de vida. Ahora vernos una vez al mes requiere altas dosis de planificación y equilibrismo. Demasiados compromisos, mudanzas, nuevas amistades. Nuevas parejas que vienen y van. Solo en la ficción la felicidad irrepetible se vuelve eterna. Ayer, cuando estos 9 amigos brindaron una vez más, supe que sería la última aunque ellos prometieran repetirlo cada día. Lo que vendrá después no lo sé. Pero estoy tranquilo, la verdad. Otras series, otros grupos… Mi puerta sigue abierta.
Sombras de neón 
Todo está en constante movimiento para quien le guste y también para quien no le guste: personas que creías que estarían siempre ahí y te equivocabas, personas que jamás hubieras imaginado conocer y de repente aparecen delante tuyo. Dimensiones o evoluciones por la que uno tiene que vivir de la manera, pienso yo, más acorde; notas que a uno le hagan bailar ya sea sentado, tumbado, de pié, saltando… Siempre es bueno estar abierto a nuevas melodías.
Y esto me hace recordar (yo y mis debaneos por las ramas) un tema fantástico que, como tú dices, parece que el autor ha escrito pensando en uno: «Bienvenido a la otra dimensión, sé que no esperabas ver todo esto en vida. Bienvenido a un plano superior, desde aquí se ve todo desde arriba. Pero tranquilo, solamente es otra perspectiva, y desde hoy nada será lo mismo, la vida no es lo que creías. En este estado de consciencia, no se donde empiezo y donde acabo. Puede que este mal de la cabeza pero nunca he visto todo así de claro. Soy infinito…»
Nunca cierres la puerta. Saludos.
No te leo hasta hoy, pero no sabes lo bien que me vienen tus palabras precisamente hoy. Todo llega cuando toca, ya lo sabes. Gracias. Y sí, dejaremos la puerta abierta para quien quiera irse y para quien aparezca sin avisar (pero siempre bienvenido). Un abrazo.