¿Podrás tú solo? ¿Cargarás con todo? ¿Seguirás adelante con tus heridas sin nadie que las cure? ¿Serás tan bravucón como siempre o, por una vez, serás valiente? Lo bastante valiente para hacer esa llamada y reconocer tus debilidades. Algunas palabras cuesta más pronunciarlas que otras. Y las cosas llevan su tiempo, es verdad, pero a veces demasiado tiempo también significa tarde.
Para otras cosas, en cambio, nunca es tarde. Como ver esta película. Después de dejarla escapar en el cine en su momento, anoche la vi al fin. Y no encontré el dramón mayúsculo que esperaba (o temía), sino una preciosa historia de amor. Con sus gotas de drama, claro, porque eso es inevitable en la vida, pero sobre todo con sus momentos de intimidad compartida.
Otra vez el sol en la playa. Despertar y ver el cuerpo desnudo del otro. La cama: disfrutar los gemidos, disfrutar el silencio. Abrir tu mundo, por chocante o brutal que pueda parecerle. Canciones, muchas canciones: de Bon Iver para acercarse y otras más animadas para encarar los golpes que vengan. Y así, lo que tenía que ser duro, no es que sea vuelva fácil por arte de magia, pero sí más llevadero. Luminoso. Dos cuerpos maltrechos que aprenden juntos a apoyarse. No somos más que eso.