«Alguien a quien le gusta El Principito no puede ser mala persona», dijiste nada más entrar y ver la figura verde que tengo en el estante. No tardaste mucho en cambiar de opinión, sin embargo. Te bastó con conocerme un poco mejor para que dejasen de importar toda la música y esos pocos libros que compartíamos. Antes del final aún tuvimos tiempo de besarnos bajo la lluvia en la misma plaza donde me esperabas, también pudimos abrazarnos en tu sofá, aún mojados pero ya a salvo de la lluvia, y la última noche incluso cenamos en el mexicano del que te hablé el primer día. No sé si en algún lugar habrá un bar donde otros tú y yo llegaron a tomarse aquellos mojitos que nos prometimos en la despedida. Lo que sé es que sigue gustándome El Principito pero ni siquiera en sus páginas encuentro las palabras que desharían nuestro malentendido.
Fotografía: Davey Disco Balls.
Banda sonora: Troye Sivan.
Tu texto me ha recordado mucho a una conversación entre dos personajes de la película «ALEX STRANGELOVE». Elliot pregunta a Álex: «¿Cómo sabes si eres una buena persona?» Y Álex le responde: «Yo creo que si te preguntas eso es por que seguramente lo eres o lo intentas ser».
Bonita película. No recordaba ese diálogo… Me gusta y creo que estoy (más o menos) de acuerdo.