The good side

«Alguien a quien le gusta El Principito no puede ser mala persona», dijiste nada más entrar y ver la figura verde que tengo en el estante. No tardaste mucho en cambiar de opinión, sin embargo. Te bastó con conocerme un poco mejor para que dejasen de importar toda la música y esos pocos libros que compartíamos. Antes del final aún tuvimos tiempo de besarnos bajo la lluvia en la misma plaza donde me esperabas, también pudimos abrazarnos en tu sofá, aún mojados pero ya a salvo de la lluvia, y la última noche incluso cenamos en el mexicano del que te hablé el primer día. No sé si en algún lugar habrá un bar donde otros tú y yo llegaron a tomarse aquellos mojitos que nos prometimos en la despedida. Lo que sé es que sigue gustándome El Principito pero ni siquiera en sus páginas encuentro las palabras que desharían nuestro malentendido.

Fotografía: Davey Disco Balls.
Banda sonora: Troye Sivan.

Haruki Murakami : Al sur de la frontera, al oeste del sol

Tu vida va cambiando aunque no te des cuenta. Cambia la vida y cambias tú con ella. Lo haces a base de dar tumbos y resignarte, también gracias a algunos golpes de suerte. No, no puedes ser el mismo a los 10 años, cuando aún no conocías la palabra amor, que a los 18, ya enamorado de tu prima, ni a los 37, tentado de dar un volantazo definitivo a tu vida asentada. Por el camino, como en un río, se escurrieron los sueños, proyectos, romances sin empezar.

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Como lector, lo mejor que te puede ocurrir es que un libro te atrape hasta el punto de devorarlo en un solo día. Sigue leyendo

Dice

Entras a Twitter para hacer tiempo y el primer tweet parece haberlo escrito tu mente, con flechas y señales de todo tipo para que te fijes en él y que no se te escape. Hoy me ha ocurrido con este poema de Charles Bukowski, «Roll the dice» (Tira los dados) y me apetece compartirlo. Quizá a alguien más le inspire.

Si vas a intentarlo,
ve hasta el final.
De lo contrario, no empieces siquiera. 
Tal vez suponga perder novias, 
esposas, familia, trabajo 
y quizá la cabeza. 
Tal vez suponga no comer durante 
tres o cuatro días. 
Tal vez suponga helarte 
en el banco de un parque. 
Tal vez suponga la cárcel, 
Tal vez suponga humillación, 
Tal vez suponga desdén, aislamiento. 
El aislamiento es el premio. 
Todo lo demás es para poner 
a prueba tu resistencia, 
tus auténticas ganas de hacerlo 
y lo harás. 
A pesar del rechazo y 
de las ínfimas probabilidades, 
y será mejor que cualquier cosa 
que pudieras imaginar. 
Si vas a intentarlo,
ve hasta el final.
No existe una sensación igual.
Estarás solo con los dioses 
Y las noches arderán en llamas, 
Llevarás las riendas de la vida 
hasta la risa perfecta. 
Es por lo único que vale 
la pena luchar. 
 
(Charles Bukowski)

Encaja con unas frases del Hagakure, libro que estoy releyendo estos días, y que ayer saltaron de la página para saludarme: «Solo con negarse a retirarse, se adquiere la fuerza de dos hombres. Lo que no está hecho en un momento y lugar dado, quedará inconcluso para toda la vida. En un momento en que resulta difícil rematar las cosas con la fuerza de un solo hombre, se pueden terminar con la fuerza de dos.» ¡Adelante!