Entré en el cine esperando un pastelón. Iba mentalizado. Ya me parecía bien. A veces apetece saber de antemano lo que te vas a encontrar. Pero mira por dónde, en vez de eso disfruté de una película poética, a ratos durísima, a ratos encantadora (sobre todo cuando sale Laura Dern), siempre bella gracias a los paisajes de Estados Unidos, con flashbacks engarzados con naturalidad en ese viaje de superación. El guionista Nick Hornby y el director Jean-Marc Vallée han hecho un trabajo excelente para catapultar un melodrama de media tarde hacia algo más, mucho más potente. Y por su parte, Reese Witherspoon se deja la piel en rendir homenaje a la Cheryl Strayed original. Eso sí: aunque Alma salvaje esté basada en hechos reales, por una vez podrían estar hablando de ti y no solo del personaje en cuestión.
Cada viaje te transforma. Das pasos para dejar atrás lo que ya no importa, pero con el cansancio y las ampollas renacen los recuerdos. Esos momentos que te moldearon. Mejor o peor: lo hicieron. Las risas y el llanto, todas las canciones susurradas, el aroma de las flores al frotarlas entre tus manos. Cada instante es un tatuaje. Una escena más en la película de tu vida. Y a mitad del camino, mientras contemplas las montañas inalcanzables, comprendes que nunca podrás desprenderte del equipaje. Cargarás con él y por eso el viaje merecerá la pena.
Ayer tuve el placer de ver esta película y me encantó el viaje. En ocasiones es difícil aceptar el peso del equipaje y seguir avanzando pero si uno quiere desarrollarse como individuo tiene que aceptar ese equipaje para poder desprenderse de él, dejándolo guardado en un trastero, y hacer sitio a cosas nuevas y descubrir un nueva versión de uno mismo.
Te felicito por tus comentarios sobre películas, libros… ¡No pares! Je, je, je… Un saludo Álex.