Aquellos cuatro días de verano no dejabas de hablarme de él. Ahora os habéis casado y lo que tenía que ser solo un divertimento ya será para toda la vida. Algo de eso intuí entonces, cuando por las mañanas desayunabas con tanto placer mis madalenas de supermercado mientras me hablabas de él. Después íbamos a la playa o salíamos de fiesta, y siempre ligabas, pero al volver a casa también me hablabas de él. Siempre con esa sonrisa en los ojos. Poco a poco fuiste dejando de hacerlo: de hablarme, no solo de él. Dejamos de compartir la música y las series, ambos dejamos de estar solteros y supongo que dejó de ser divertido. Anoche fue algo extraño ver en la distancia las fotos de vuestra ceremonia. Yo no estaba allí, pero me sentí feliz de que el tiempo acabara dando sus frutos, tal como aseguré que lo haría cuando yo te hablaba a ti de él.
love etc
Maybe you’re the reason
También me pasan otras cosas, pero esas no las cuento. Nadie encuentra consuelo en las historias felices. Y creo que eso es lo que me gusta, al final: consolar a los otros como me consolaron a mí otros con sus textos. Lograr que alguien se sienta menos solo un sábado por la noche, cuando todos los demás están con alguien en el bar de abajo. No persigo la melancolía, aunque puedas verla siempre pululando por el aire. Intento que haya un aprendizaje vital donde una vez creí que no quedaba nada. Los chicos desnudos son solo para vestir. Para que te fijes. Supongo que no soy muy diferente de esos que se esconden tras las fotos de otro. También tengo fotos mías, pero diría que lo mío es el striptease emocional. Acabar escribiendo todo esto ocurrió como tantas otras en mi vida, sin darme cuenta.
Fotografía: Antonio Velázquez.
Banda sonora: The Japanese House.
Absolute beginners
¿Te acuerdas tú también de aquellos días en los que comer en un McDonald’s era lo máximo que podíamos permitirnos, pero aun así nos parecía lo más romántico del mundo? Hace muchos años de aquello. Entonces éramos muy jóvenes y todo nos parecía perfecto. No escuchábamos el estruendo del piso de arriba ni hacíamos caso del reloj. Se nos iban tanto las horas hablando de esto y aquello que a veces llegábamos tarde a nuestro primer trabajo. Anoche, al morder una hamburguesa que ahora solo es un antojo ocasional para calmar la ansiedad, el sabor de la salsa me devolvió a aquella mesa pequeña donde tú y yo nos reíamos de algo que no recuerdo.
Fotografía: Alex Holyoake.
Banda sonora: David Bowie.
The good side
«Alguien a quien le gusta El Principito no puede ser mala persona», dijiste nada más entrar y ver la figura verde que tengo en el estante. No tardaste mucho en cambiar de opinión, sin embargo. Te bastó con conocerme un poco mejor para que dejasen de importar toda la música y esos pocos libros que compartíamos. Antes del final aún tuvimos tiempo de besarnos bajo la lluvia en la misma plaza donde me esperabas, también pudimos abrazarnos en tu sofá, aún mojados pero ya a salvo de la lluvia, y la última noche incluso cenamos en el mexicano del que te hablé el primer día. No sé si en algún lugar habrá un bar donde otros tú y yo llegaron a tomarse aquellos mojitos que nos prometimos en la despedida. Lo que sé es que sigue gustándome El Principito pero ni siquiera en sus páginas encuentro las palabras que desharían nuestro malentendido.
Fotografía: Davey Disco Balls.
Banda sonora: Troye Sivan.
You and I
Tú disfrutabas cada vez más el sexo y yo lo necesitaba cada vez menos. Pero esa diferencia nos acercaba, extrañamente, quizás porque me ayudaba a comprenderte. Por fin comprendía la razón de que lo nuestro no funcionara. Quedaba claro en todas esas anécdotas que enlazabas de polvos a medianoche mientras yo dormía en mi cama; un hombre tras otro saliendo del ascensor, hombres que a veces se parecían a mí, o eso me decía a modo de consuelo, pero que en realidad no podían ser más distintos. Con cada nueva confidencia, nuestra distancia se ensanchaba. Hasta que la nueva perspectiva me mostró el vínculo. Con sexo o sin él, ambos estábamos igual de insatisfechos.
Fotografía: Send Love To Boys.
Banda sonora: LÉON.