Don’t take the money

¿Cuántos finales puede tener el final de algo? Cada vez que creo que ya he llegado al final, vuelvo a encontrarme otra puerta que hay que cerrar. Y la cierro y camino un rato por el bordillo como pretendiendo que no sé que habrá otra. Pero es como una de esas canciones con tantos estribillos repetidos que nunca terminan. Algo que gusta también puede acabar cansando. Y me pregunto si habré caminado lejos o solo estaré dando vueltas. Quizás de tantas veces que forcé el cerrojo ahora intento en vano cerrar una misma puerta que está rota. Dicen que al final siempre te das cuenta de que ya has llegado. Ojalá.

Fotografía: Theo Gosselin.
Banda sonora: Bleachers.

 

Deja un comentario

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s