Dicen que un buen libro es la mejor compañía. No es cierto. En todo caso, un libro puede ser, a veces, la única compañía. Pero se siente mejor cuando te acompaña gente. Tu gente. Esas personas que vienen a verte cuando estás enfermo, los que se acuerdan de ti por lejos que estén, alguien que contra todo pronóstico decide quedarse a dormir contigo, una fiesta sorpresa que han organizado tus amigos. Incluso un beso de buenas noches, aunque sea por whatsapp. Sí, ahora ya sé que la compañía es hablar contigo hasta que los dos olvidamos por qué vinimos aquí. El libro ni siquiera lo sacamos de la mochila.
Fotografía: Théo Gosselin.
¡Brindis por esas compañías únicas y especiales!
A alguien le gusta brindar… ¡y a mí también! 😉