Qué manía con que las cosas duren más. Como si más fuera mejor. Nos empeñamos en que las películas se alarguen 3 horas, en que los discos tengan 15, 18 canciones. Tememos que les falte algo durando menos. Pero a veces hay que saber parar a tiempo. En la medida justa está la satisfacción. Algo breve, agradable, sin mayor trascendencia, también puede ser grandioso.
Mi abuela decía que los mejores platos te dejan con ganas de repetir. Sigue leyendo