Un gesto te bastó para recordarme que también podíamos salir a buscarla. Hasta ahora había sido tan cómodo quedarme en casa inventando excusas, como quien hace la lista de una compra que no quiere hacer. Allí en el rincón en penumbra, donde nadie me podía ver. Secretamente a salvo. Tú en cambio diste los pasos necesarios, apenas dos o tres, para cruzar el umbral del lugar donde acabarían guiándote hasta tu destino. Me pareció sencillo. Incluso me creí capaz de hacerlo yo también llegado el momento. Así que me quedé esperando ese momento, el de mi suerte por fin cambiando.
Fotografía: Cristina Gottardi.
Banda sonora: Nena Daconte.