Big God

Puedes crear mil mundos, pero ninguna compañía. Se parece a volverse invisible: nadie propone, nadie llama ni responde. No eres lo bastante delgado ni lo bastante gordo, tienes una edad difusa, te faltaría pelo en el pecho para que se abrieran puertas o quizás es que te sobra vergüenza. Solo con simpatía ya no llegas a ninguna parte. Y así, poco a poco, por efecto contagio, te vas volviendo egoísta. Viajero de un avión transoceánico: mil películas al alcance para no acabar viendo ninguna.

Fotografía: Kyle J. Thompson.
Banda sonora: Florence + The Machine.

Deja un comentario

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s