Ya no conozco a nadie porque ya conozco a todo el mundo, le cuento a mi amigo. Él me corrige: o quizás es que sabes perfectamente quienes son pero no les conoces en absoluto. Solo deberías conocer a desconocidos. Si sabes cómo bailan no te interesan. Dejarte sorprender, permitir que la sorpresa aparezca: esa es la clave. Hemos bebido más de la cuenta y me dice muchas cosas que en este momento tienen todo el sentido. Cómo desearía verlo tan claro mañana como ahora, acodados en la barra rodeados de gente. Entonces dejaría de desconocer a conocidos y seguiría su consejo, me sorprendería por las cosas nuevas que trae alguien distinto a quien escucho.
Fotografía: Théo Gosselin.
Banda sonora: Prides.