Solo sé escribir sobre un sentimiento que no conozco. Alguna vez creí encontrarlo pero siempre se escapó. O dejé que se escapara después de quedarse un tiempo prudencial, hasta que me di cuenta de que tampoco era eso. Probé mil fórmulas y ninguna fue la mía. Ahora ni siquiera lo busco. Para qué. Me gusta más escribir porque puedo controlarlo. Leer también, quizás lo prefiero: leyendo todo parece perfecto incluso cuando no lo es. Para mi sorpresa, los demás lo encuentran en lugares donde yo jamás lo buscaría: en el gimnasio, en la peor discoteca, en sus móviles. Y pienso que cómo iba yo a encontrar algo que ni siquiera reconozco.
Fotografía: Jean Baptiste Huong.
Deseo que tengas la gran fortuna de precipitarte con él, es más elocuente cuando no se busca ni se espera. Lo reconocerás porque no se puede controlar, es libre, y porque a pesar de no ser perfecto con él crecerás en todos los aspectos.