Ya es oficial: lo nuevo de los Wachowski ha fracasado en taquilla. Y me parece una auténtica pena. Porque esta revisión de la Cenicienta en clave sci-fi es, como mínimo, entretenida. Las dos horas que dura me pasaron en un suspiro. Los Wachowski siguen haciendo gala de su imaginación desbordante y poderío visual. Sus paisajes galácticos merece la pena verlos en pantalla grande. No hay película más deslumbrante en cartelera.
Creo que su principal pecado pasa por no ser un remake, ni un reboot, ni la adaptación de un cómic o una trilogía de libros. En el cine palomitero nos hemos acostumbrado a conocer de antemano lo que ocurrirá. Ya no queremos espacio para la sorpresa. Queremos que nos vuelvan a contar lo que ya sabemos. Por eso, nos sumamos encantados a las modas: ofrecen confort. La incertidumbre se vuelve incómoda, nos predispone al tedio o a la crítica. No dejamos que las cosas nuevas hagan poso; a las primeras de cambio las atacaremos por no encajar. Las trataremos como a extraterrestres feos o viejos, a patadas.
Y no, Jupiter Ascending, no es perfecta. A ratos incluso es tonta, tan tonta como cualquier comedia romántica porque debajo de toda la parafernalia, no cuenta más que una previsible historia de amor desde los suburbios de Chicago hasta los palacios de los planetas más exuberantes. Pero cuando la película funciona, ay, entonces entretiene como ninguna. Como una joya olvidada de los 80, de esas que rebobinábamos nada más terminar para ponerla otra vez.
A esta diversión sin respiro ayuda, y mucho, la apabullante banda sonora de Michael Giacchino. Además, pocos ruedan las escenas de acción tan bien como los Wachowski. Esta vez no quieren ser revolucionarios como en Matrix, pero sus planos siguen tan firmes como siempre, saben buscar el mejor encuadre en todo momento por muchos elementos que haya en pantalla. Y por cada escena en la que abusan de su grandilocuencia, en la siguiente saben reírse de sí mismos. En ese sentido, logran secuencias míticas: por ejemplo, la de los funcionarios (¿homenaje a Las doce pruebas de Astérix?). Nunca hubiera pensado que una coronación podía hacerme reír.
Jupiter Ascending es, en definitiva, un guilty pleasure de altísimo presupuesto. Aunque no siempre dé en el clavo, yo prefiero algo así, imperfecto y ambicioso a partes iguales, mil veces antes que una apuesta segura. Mejor las personas que arriesgan, que apuntan al cielo con su cámara, usándola como telescopio para poder acercarnos lo increíble. Supongo que en el futuro próximo, los Wachowski no lo van a tener nada fácil, pero yo ya estoy deseando que llegue el día del estreno, para una vez más, dejarme sorprender por ellos. ¿Acertarán de pleno entonces?
Mi plano favorito de una película llena de planos preciosistas.
Debo admitir que, en algún punto, el que me pareciera una versión de cenicienta + la bella y la bestia me hizo perder un poco las ganas de verla. Pero, lo que sí le reconozco a la pelicula es ciertas actitudes a los «villanos» (toda la burocracia que hay detrás, ¡hasta para secuestrar son educados!), ciertas tecnologías (a mí me encantaron las surfer botas, no sé porque tanta gente las odia). En fin, creo que te doy la razón aunque no lo había pensando así: mil veces una propuesta arriesgada a algo ya intentado hasta el cansancio.
Me alegro de que lo veas así Daniel. Y es que sí, a pesar de sus fallos innegables, al menos intenta ofrecer algo distinto al blockbuster de superhéroes que puebla las pantallas. Dicen que para el DVD/Blu-Ray hay una versión de 3 horas, quizás ahonde en la mitología del universo creado y en su tecnología, quitando peso a la trama amorosa. ¡Veremos! Un saludo.