Discos no, pero mi 2014 ha tenido muchas y muy buenas películas. Es la ventaja de vivir al lado de un cine, supongo. Que voy a ver todo, o casi todo, lo que me interesa. Y si me desplazo lejos, es solo porque pienso que la película merecerá la pena. (Curiosamente, 4 de las 10 películas no las vi en mi cine habitual.) Sin más, estas son las historias por las que recordaré este año.
10. La LEGO película
Sí, ya sé que empezar un top con una película de animación, y encima de LEGO, no queda demasiado bien. Pero me conquistó. Por haber pasado mi infancia montando castillos con esas piezas multicolor y por seguir convencido de que la imaginación es la mejor arma que tenemos. La película es un canto a eso mismo. Y nunca hay que olvidarlo.
9. Frances Ha
Aquí iba otra película. No tengo claro si la locura de Snowpiercer o la eficacia (a ratos) de Interstellar. Pero echando la vista atrás, es Frances Ha la que ha ganado con el recuerdo. No diré que es una película sin pretensiones porque sería mentira, ya el blanco y negro la deja en evidencia. Pero sí es una película con alma. Te encariñas de Frances escena a escena, risa tonta a risa tonta, bailas con ella, te enamoras sin remedio, y haces planes, y cuando descubres el significado del título, ya solo te queda escribir: ❤
8. Relatos salvajes
El humor no es mi género predilecto. Pero si está hecho con buen gusto, me rindo a sus pies. Es el caso de estos 6 relatos de venganzas salvajes. Cada una más bestia que la anterior hasta que la mandíbula se te desencaja entre la risa y el horror. Aplausos merecidos. ¡Viva Romina!
7. Enemy
Nunca olvidaré el salto que di en la butaca con el final. ¡Menudo golpe de efecto! Y antes de eso, mucha tensión, un mal rollo creciente, y un argumento que da para muchos debates. En el cine disfruté, pero es que luego comentándola con los amigos, y comprobando lo distintas (pero válidas todas) que eran nuestras teorías y deducciones, ahí fue cuando la película terminó por encandilarme. Y por si fuera poco, ración doble de Jake Gyllenhaal.
6. 10.000 km
La sorpresa. Entrar a la sala sin esperar mucho, y encontrarte con una película diminuta, íntima, que te desgarra, porque te cuenta tantas cosas cercanas y te abre tanto los ojos que después ya nada podrá ser lo mismo. Qué alivio que de vez en cuando se hagan joyitas así. Porque el mejor cine es un espejo: te define a ti mismo aquí y ahora.
5. Boyhood
No, Boyhood no es la panacea que nos vendió la maquinaria promocional. De hecho, su mayor virtud es también su principal enemigo: quiere ser tan costumbrista, tan natural, que nunca llegas a meterte de lleno en la vida de este chico y su familia. Tampoco Richard Linklater lo pretende. No usa ninguno de esos trucos con los que el cine suele ganarte sin remedio: música melodramática, escenas que escarban en los sentimientos… No. Aquí te enseña la vida por una ventana. Nada más y nada menos. Y resulta fascinante, hasta cierto punto. Solo le faltó dar un último paso.
4. Al filo del mañana
La otra cara de la moneda: esta no supieron venderla. La sombra de Oblivion y Elysium era alargada. Y sin embargo, me pareció el blockbuster del año y sigue pareciéndomelo. Espectáculo al servicio del guión, con un montaje que logra que lo repetitivo siempre sorprenda, y te rías, y sufras, y pienses: así deberían ser los videojuegos llevados al cine. Cine palomitero bien hecho, divertido, con la dosis justa de reflexión. ¿Y si tuvieras oportunidades infinitas?
3. Begin Again
Comedia romántica y musical. Poco más se necesita para enamorarme. Bueno, sí: una actriz a la que tengo cariño, un actor de buen ver, dos o tres escenas memorables (¡el paseo por NY!, ¡la grabación en la azotea!)… Y todo eso lo tiene Begin Again, además de un desarrollo atípico. No sé cómo la tratará el tiempo, pero no me importa: a mí me vino estupendamente verla en verano y pronto la compraré en DVD para volver a ponérmela en las tardes de manta y chocolate. De todo el top, es con la que más me apetece hacerlo.
2. Mommy
A Xavier Dolan lo he conocido tarde, muy tarde. Por suerte o por desgracia, en cuestión de pocas semanas le he visto crecer, madurar… y explotar con Mommy. Aquí reúne todos sus tics, técnicas y artificios, y los catapulta a la estratosfera. Con él, mi envidia siempre se mezcla con admiración. No sé cómo lo hace, pero sale airoso.
1. Her
El miedo a que las expectativas me jugaran una mala pasada se esfumó en cuanto empezó la película. Qué cosa más bonita. Hecha con mimo. Cada plano es arte. Mucho se ha hablado de la actuación de Scarlett Johansson, pero para mí la verdadera estrella es Joaquin Phoenix. Carga toda la película a sus hombros y logra que no descarrile lo que podría parecer ridículo. Su mera sonrisa llena la pantalla. Sí, así de tonto es el enamoramiento. Así de tonto es el enamoramiento en la era de las redes sociales.