Wave

Siempre está llegando una ola. Aunque no la veas. El mar no deja de moverse. Aquí, justo enfrente, está en calma, pero unos metros más allá, esos turistas tienen que subir un poco sus toallas para que no se las moje la siguiente ola. Fíate de las corrientes invisibles. Olvídate de ellas, también, porque nunca podrás controlarlas.

Por ahora sigue buscando piedras negras y blancas a lo largo de la orilla. Tranquilo, que no se acabarán. Las piedras las trae el mar por la noche. Y mientras sigas buscándolas, el mar seguirá trayéndolas y puliéndolas para que, cada mañana, las encuentres relucientes. Al cogerlas, tienes la manía de frotarlas para quitarles la arena, aunque a veces tus dedos están tan sucios que consigues lo contrario.

Te gusta imaginar las piedras de tu colección como fichas. Una a una, estás creando un juego para el que aún no tienes reglas. Y también te hará falta un tablero. Ya llegará, como todo. Como esa ola que ahora te golpea las pantorrillas. Pero hoy no te tumba. Allí hay otra piedra.

2 comentarios en “Wave

  1. Por un momento pensé si dedicabas este post a uno de los mejores discos de todos los tiempos: Wave, de Antonio Carlos Jobim.
    No es así, pero ya puestos, te lo recomiendo.

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