Si alguien viera este brindis desde fuera, creería que seremos amigos eternamente. Se equivocaría. Como aquella partida interminable que nadie recuerda quién acabó ganando, todo termina. También esta escena. «La vida», suspiraremos en el futuro, recordándola en otra cena con nuevos amigos. Diremos la vida para no ahondar en todos los errores y malentendidos, las decisiones estúpidas que bifurcaron los caminos. Y quizás coincidamos después en alguna fiesta donde suenen las mismas canciones de entonces, pero ya nada será lo mismo, ni siquiera nosotros. Nos saludaremos desde lejos con la mitad de una sonrisa. Pero eso aún no lo sabemos al entrechocar nuestras copas. Como no se rompen, durante este segundo congelado nos imaginamos invencibles.
Fotografía: Théo Gosselin.
Banda sonora: LCD Soundsystem.