Todas las veces que sonaba la canción parecía escrita para ese momento. Escuchándola no concebía que pudiera sentirme de otra manera como entonces. Feliz explorando juntos los puestos de comida de un centro comercial de Chicago, libre en medio de mi primera discoteca a solas, encogido en la cama intentando comprenderte, una mañana de camino a un nuevo trabajo, bailándola sincronizados ahora. Cambiamos nosotros y la melodía nos acompaña en cada cambio, con cada nueva persona, la misma letra de tantas otras veces pero cobrando significados que también ahora encajan. Todo debería ser así: una canción repetitiva que siempre mantiene su sorpresa.
Fotografía: The Rigbys.
Banda sonora: Katy Perry.