Esta mañana de verano parecía que ya hubiera llegado el otoño. No me extrañó. También tengo la sensación de que el año acaba de empezar ahora. Será que el tiempo pasa deprisa cuando no lo cuentas. Deprisa y despacio a la vez, como si el día señalado no tuviera que llegar nunca y para cuando abres los ojos ya estás en él. De qué sirve el calendario si lo que cuentan no son los días sino las noches, lo que sientes en ellas, lo que crece aunque no lo veamos. Ojalá sentir en otoño que todavía seguimos en pleno verano.
Fotografía: Théo Gosselin.
Banda sonora: The xx.