Nunca te acostumbras a que tus héroes crezcan contigo. Deberían vivir siempre en su burbuja, ajenos al aburrido día a día, para deleitarte cuando así lo necesites. Son tu válvula de evasión. Y son inmortales: siempre podrás volver a ellos en la próxima película, el próximo cómic. ¡Qué tranquilidad! Mientras ellos estén a salvo, una parte de ti también lo estará.
Pero hay héroes, como Flanagan, que también crecen. Recuerdo el primer libro suyo que llegó a mis manos, Todos los detectives se llaman Flanagan, hará ya 20 años, sino más. Una edición del Círculo de Lectores. Por aquella época yo soñaba con ser detective y las aventuras de aquel chico que entre clase y clase resolvía casos… me fascinó. Parecía tan fácil reunir pistas. Yo sabía que no lo era, lo había intentado. Mejor que le salieran los misterios a él.
Llevo desde entonces devorando cada nueva historia que crean Andreu Martín y Jaume Ribera. Ahora llevábamos ya 5 años sin un nuevo Flanagan. La semana pasada, por fin, salió Los gemelos congelados, y corrí a comprarlo y al llegar a casa me emocioné con un tonto. El héroe ya es mayor de edad y tiene que enfrentarse a las responsabilidades, a dejar los sueños para los siguientes niños, a los trabajos que no le gustan. Dejar de ser el crío gracioso para convertirse en un adulto abriéndose camino con manos torpes.
La novela es trepidante, con el caso más complejo y sorprendente de la serie, lleno de momentos en los que literalmente pasas una página y otra, y otra, para saber más. Pero sobre todo conecté con los momentos en que Flanagan ya no es Flanagan sino Joan Anguera. En el desenlace, incluso lloré. A él le ha costado unos años más que a mí, pero ha crecido. Y deseo que a partir de ahora le vayan muy bien las cosas. Se lo merece, aunque solo sea por los buenos ratos que me ha brindado en las dos últimas décadas.
Fantástica novela, en efecto, un poco diferente a las del Flanagan adolescente, pero también una de las mejores de la serie. Mezcla intriga con novela negra y humor de una forma muy acertada. De lo mejor que se ha publicado el último año en España en novela policíaca (así, sin más adjetivos, porque lo de juvenil, o exclusivamente juvenil ya no procede) Me la comí cruda en cosa de tres horas y media y ahora envidio a los que aún no han tenido el placer de leerla.
Mi libro favorito de la serie era «Los vampiros no creen en Flanagan»… hasta ahora, muy buen caso y con una acción trepidante. El Flanagan adulto nos va a brindar grandes momentos, seguro.
¡Un abrazo!